Una primera parte redonda, dejó clara ya desde un principio la superioridad culé que pudo poner la guinda en la última jugada del primer tiempo. Neymar dejó sentado a Danilo y se fue por velocidad recordando al mítico Ronaldinho aplaudido 10 años antes en el mismo escenario. Esta vez el aplaudido fue Iniesta. El Bernábeu reconoció la magia de el manchego y lo despidió de pie entre aplausos rendido a su magia, como ya lo hizo en su día a la del astro Brasileño.
Para sumarse a la fiesta llegó Messi, en los 30 minutos finales con todo decidido, el juego del Barça ya al trote cogió más sentido y clarividencia si cabe.No hay que olvidarse del gran Sergi Roberto que sin mucho ruido es el máximo asistente de la Liga y dio la asistencia del primer gol. Resumiendo, un partido para recordar para unos y para olvidar para otros. El Real Madrid sale del clásico muy tocado, con su afición pitando a sus jugadores, incluido Cristiano Ronaldo; a su técnico, quien admite no haber acertado con la alineación y a su presidente.
Esta imagen resume la impotencia del real Madrid en la recta final del partido |